El toro salió suelto, Andrés lo recoge a pies juntos y remata con el capote a una mano con mucha torería, suavidad e improvisación. Lo lidia Antonio Chacón y tras un puyazo Roca Rey cambia el tercio dejándolo muy entero. Antes de coger la muleta, lo citó desde los medios en un quite por chicuelinas alternadas con tafalleras de vertigo y rematadas con una revolera con mucho desmayo.
El toro comenzó a mostrar su falta de raza. El comienzo por estatuarios fue de infarto. Dejando la muleta muerta con el pico abajo apenas tocaba para transportar al toro. En el cuarto se le queda debajo pero el peruano resuelve con frescura en un pase de pecho a pies juntos mirando al publico.
La primera tanda con la diestra el toro transmite aunque suelta la cara buscando el engaño pero Andrés no se lo permite sometiendo con firmeza y la mano muy baja. Las tandas se suceden con más temple y suavidad en un palmo de terreno aunque el toro, que se siente podido, comienza a escarabar. Lo cambia en un redondo y remata con uno de pecho interminable. El público muy metido en la faena sigue jaleando al borde de la locura.
Un cite con la derecha cambia de mano a la izquierda ligando un natural en redondo interminable que pone la plaza en pie. El toro toma bien la muleta y se desplaza hacia adentro buscando su querencia huidiza. Los naturales son sobierbos y se suceden con remates improvisados y cargados de imaginación. Muy torera toda la faena. Ya en las tablas se liga una tanda con la derecha casi inverosimil que remata con una arruzina casi de frente y un desdén mirando la público.
Un cierre emulando el inico de faena por estatuarios y un espadazo soberbio, unifica la petición que le concede las dos orejas de inmediato.
“Buen Amigo”, toro hondo de casi 600 kilos. Ancho de pecho, más fijo al suelo no permitió un saludo capotero.
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