En estas
fechas empiezan a salir los primeros carteles de las ferias de principio de
temporada y me surge la duda de por donde deben de ir la configuración de las
mismas ya que hemos pasado dos duros años para la tauromaquia y teniendo en
cuenta la posible “normalidad” que llegará en los próximos meses.
Lo primero que se me viene a la cabeza son los empresarios ya que ellos son los que se juegan el dinero. Que deben de apostar ¿por llenar los tendidos con carteles que la afición de ese lugar demanda por sus gustos o tirar por las ternas toristas que los aficionados del Twitter y demás redes sociales demandan sin tener en cuenta la idiosincrasia del lugar?
Que los carteles
“redondos” ya no llenan plazas pero atraen gente no tan aficionada pero que cabe
la posibilidad de su vuelta a los tendidos, eso es indudable y el que no lo
quiera ver tiene un problema. También es verdad, por mucho que fastidie a las
redes sociales, que las corridas “toristas” con ternas “toristas” son una ruina
si no se dan en plazas con esos gustos.
Con ferias
cortas parece inviable la mezcla de ambos gustos, que sería lo ideal, puesto
que aquí nadie está para arriesgar su capital.
Quizás lo más
idóneo es que saliesen certámenes como la “Copa Chenel” en donde hemos podido
disfrutar de ganado y toreros no tan visto, en la que nos hemos llevado unas
muy gratas sorpresas, y que los ganadores de dichos certámenes estuviesen sí o
sí en un cartel de las ferias cortas, pero en un cartel rematado, no en uno
para rellenar.
Si una cosa
esta clara es que la pandemia a puesto a mucha gente es su sitio y debemos de
aprender de ello. Hay que aprovechar lo hecho bien y darle continuidad y al
contrario, hay que quitar de este mundillo a todo aquel que no aporte nada a la
tauromaquia.
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