Miguel Cuartero es un humilde novillero aragonés con unos ideales muy claros y certeros, y es que este torero tiene más que insertado en su cabeza el concepto más puro y clásico posible. 2020 fue un año duro para él al igual que para todo el sector, por eso deposita toda la ilusión que tenía del año pasado y la de este año en 2021. Con el hatillo lleno de sueños y la conciencia de que va a ser un año duro para los novilleros con picadores afronta todos sus retos con la fe de que puede ser un año trascendental en su carrera.
¿Cómo afrontas esta temporada?
Pues bueno, la afronto con mucha incertidumbre, quizá con más incertidumbre que nunca si el toreo ya es algo incierto de por sí, ahora más. Y además tengo mucha ilusión, por mi parte creo que van a salir cosas muy bonitas para torea. Por otro lado dirijo la Escuela Taurina Mar de Nubes de Zaragoza en la que los chicos van a empezar a torear en ciclos y certámenes. Por lo tanto, me encuentro muy ilusionado con las dos vertientes.
¿Han surgido los primeros contactos para esta temporada?
Sí, han tardado mucho en llegar, pero han llegado. Ya se van moviendo algunas cosas pero no se sabe si se cerrarán por la situación que atravesamos.
¿En qué momento de tu carrera te encuentras?
En un momento muy tranquilo y muy seguro de mí mismo, gracias a todo el bagaje de estos años que llevo en la profesión he podido llegar a materializar todo. Disfruto mucho de torear cuando puedo, aunque por desgracia no sea mucho, además bueno intento transmitir lo que he aprendido estos años a los alumnos de la escuela y a su vez aprender yo de ellos.
¿Es duro el banquillo?
Es muy duro aguantar y tirar de ilusión porque ves a los compañeros que van toreando, te gustaría estar en sitios que no estás y el día a día del entrenamiento se hace complicado de aguantar. Aunque también te digo que me ha ayudado a curtirme en el carácter y en mi forma de afianzarme. Gracias a Dios me gusta mucho entrenar y no me cuesta trabajo mantenerme en forma, lo he llevado bien pero es muy duro.
¿Has pensado alguna vez en cambiar el oro por la plata?
Nunca, he pensado siempre en no cambiarlo. Por varias razones, pero entre ellas cabe destacar que nunca se me han dado bien las banderillas y ese papel creo que a mí no me encaja.
¿Cuál es la fórmula para no perder la ilusión?
No hay ninguna fórmula, la ilusión no la pierden aquellos que tienen mucha afición y viven por y para el toro. El que lo quiere de verdad no pierde la ilusión, debe ser maravilloso vivir la vida de las figuras del toreo, aunque es muy bonita también la posición en la que estoy.
¿Hay rivalidad en el toreo?
Sí, si hay rivalidad, aunque en mi caso no la he sentido mucho, aunque cuando yo estuve en la Escuela Taurina de El Juli peleábamos cada uno por ser el más fuerte. Sí hay rivalidad, pero entiendo que cada uno lucha consigo mismo y tiene que pelear con dar su mejor versión todos los días.
¿Crees que hay justicia dentro del toreo?
Pues creo que en el toreo cada vez hay menos, pero en vez de justicia hablaría más de meritocracia, hablando siempre de los toreros. Antiguamente toreaban los que se lo merecían y triunfaban en alguna feria, ahora lo cierto es que por desgracia eso se lleva menos. Hace falta triunfos más rotundos y estar en determinados círculos para entrar en determinados sitios, yo creo.
¿Es el miedo el peor enemigo del torero?
Bueno el miedo es enemigo según lo tengamos, porque yo creo que es muy necesario para afrontar las tardes con la tensión necesaria. Si no hubiese miedo, tensión o adrenalina, eso significaría que torear no supone un reto para los toreros. Además según el día, la forma en la que tu te encuentres y encares una fecha el miedo sí que puede ser tu mejor enemigo y hacerte mella. Pero, si estás en un momento fuerte y con la cabeza centrada y demás puede ser un buen aliado para venirte arriba.
¿Quién es Miguel Cuartero?
Miguel Cuartero es un chico que soñó con ser torero desde muy pequeño, que vive muy intensamente todo lo que envuelve a la tauromaquia y que ahora mismo su mayor aspiración es sentir el toreo y aprovechar cada momento delante de un animal. La mayor fortuna que me ha dado Dios es ponerme delante de un animal bravo y estudiar el toreo. En la otra faceta que tengo como director de la Escuela Taurina intento transmitir ese amor por la tauromaquia a todos mis alumnos.
Esto ha sido todo, la grandeza de un torero que tiene claro cual es su camino y cuales son sus retos. Ojalá el toreo le dé un hueco importante y que salgan muchas figuras de la Escuela Taurina Mar de Nubes.
Aitor Vian (Tendido_5)
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