¿Sabías que...?
Desde pequeño, Camarón, quiso ser torero. Veía en la tauromaquia una vía de escape para su precaria vida pero su irrepetible voz y que no andaba "sobrao de valor", en palabras del propio cantaor, le hicieron que poco a poco su vida y destino estuvieran marcados por el cante (para júbilo de todos los que amamos el flamenco)
En la Venta Vargas, Camarón entabló amistad con grandes toreros: Miguelín, El Cordobés y especialmente con Curro Romero, con quién tuvo una relación casi familiar hasta el final.
Camarón siempre tuvo la espinita de torear en público y como no paraba de pedirlo, el faraón de Camas, le dio tan deseada ocasión: un festival en la localidad de San Vicente de Alcantara.
A Camarón nunca se le olvidó aquel día. Según contaba, en vez de un becerro, como estaba apalabrado, le soltaron un novillote de consideración y aquel día juró que no pasaría tanto miedo nunca más y que abandonaba por completo su sueño de ser torero.
En uno de sus discos, años después del suceso, Camarón se acuerda de aquel día y canta:
"Me dieron una ocasión/ de salir a torear:/ se me quitó la afición"
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