Hijos de puta, venid a mi

 


En mi corta vida he tenido la desgracia de conocer algún que otro hijo de puta. Entre ellos pueden distinguirse un sinfín de tipos. Recuerdo al hijo de puta que hace unos meses robaba y golpeaba a una anciana en Valencia, a los hijos de puta que el 13 de noviembre de 2015 arrasaron Paris. Recuerdo incluso haber pensado en llamar "hijo de puta" al jardinero que aquella mañana de lunes, tras salir de fiesta el domingo, me despertó a las 8 de la mañana con la cortacésped -las madres de ninguno de ellos fueron culpables-. 

Entre tanto hijo de puta, en la noche del domingo, el matador de toros Rubén Pinar quiso descubrir en esToros, el programa de Toros de esRadio que dirige Elia Rodríguez un nuevo tipo de ellos. La periodista quiso preguntar al albaceteño acerca del indulto concedido al toro de Victorino Martín hace unos días en Villanueva del Arzobispo. A lo que Rubén vino a contestar algo así como "siempre hay una polémica y una cantidad de hijos de la gran puta en esto", para a continuación pasar a dar un sinfín de lecciones a todos ellos. Porque claro, 2020, un año duro para todos y necesita de indultos, no de un golpe sobre la mesa para empezar a cambiar el rumbo de la tauromaquia de una vez por todas.

Pues bien, "Hijos de puta, venid a mi".

Venid y seguid defiendo la fiesta desde el rigor, la integridad, la seriedad y, por supuesto, el amor y la admiración hacia el toro bravo. Seguid reclamando bravura. Seguid queriendo ver a un toro arrancarse de largo al caballo. Que el ejemplo siga siendo Cobradiezmos y no Orgullito.

-La mala suerte de todo esto no ha sido otra que, por desgracia para Rubén Pinar, son los hijos de puta quienes escuchan esos programas de radio y no quienes pidieron el indulto-. Valoren ustedes.


Daniel de la Morena (Andana del 12)

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