Gonzalo Caballero brindó al doctor García Padrós el segundo de la tarde por el percance sufrido en el San Isidro pasado. El madrileño se entregó en la estocada y salió feamente prendido a la altura del tercio medio del muslo derecho. Está siendo atendido en la enfermería, en la puerta le espera su cuadrilla con la oreja cortada.
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